¿Será cierto que los bebés dicen mentiras?

Hoy cuando llegué a casa mi mala madre me llamó y me hizo señas de que prestara atención al nuevo ‘truco’ que había aprendido mi hija.

Abuela: «Mami, ¿te pegaron?»
Clo: *Se pegaba en el brazo diciendo ‘pao, pao’*
Abuela: «¿Y te halaron las orejas?»
Clo: *Se agarraba las orejas y se las movía*
Abuela: ¿Y te golpeaste en la nariz?
Clo: *Apuntaba su nariz con el índice mientras decía ‘chabú, chabú’*
Abuela: ¿Fue el tío Chivo?
Clo: *Señaló a su tío Chivo*
Abuela: ¿Y te pegó en la boca?
Clo: *Se tocaba la boca*

Mi madre estalló en carcajadas y Clo también. Le dio cuatro besos y la dejó seguir jugando con sus cubos de letras.

«Estás enseñándole a decir mentiras.» le dije molesta a mi mamá y le pedí que no lo siguiera haciendo porque lo iba a tomar de costumbre.

Luego, reflexionando acerca de lo que pasó, me pregunté un par de cosas…

  1. ¿Los bebés saben que están diciendo mentiras?
  2. ¿A qué edad son concientes de sus mentiras?
  3. ¿Qué puedo hacer para que no aprenda a mentir?

Por supuesto, busqué información con nuestro gran amigo Google y descubrí ciertas cosas interesantes que resumiré:

  • Algunos expertos dicen que los niños dicen mentiras a partir de los 3 años y otros a los 7 años.
  • Cuando mienten muestran conductas de frustración, exageración de dolencias para llamar la atención, querer ganar admiración, miedo al posible castigo si dice la verdad y la imitación de los actos de los mayores.
  • Cuando tienen menos de 7 años, las mentiras son piadosas y sin ninguna intención debido a que no saben diferenciar entre la realidad y la fantasía.

¿Los bebés saben que están diciendo mentiras?

Hablo de bebés, como mi hija, de 15 meses. Y no, no saben que dicen mentiras. Según algunos blogs de psicólogos y expertos que encontré, antes de la edad de 5 años ellos no diferencian la realidad y la mentira. Puede que digan mentiras, sí. Pero no saben si son reales o no.

También me encontré con este artículo llamado ‘Los niños que dicen mentiras… ¿son más listos?’ y si es así, mi niña será una genio. Explica que gracias a algunos estudios se ha determinado que los niños que comienzan a mentir en temprana edad se desarrollan más rápido en el ámbito cognitivo. ¿Qué loco, no?

Mi experiencia

Mi niña a veces se cae sentada o medio se tropieza sin mucho mal, cuando nota que nadie corrió a socorrerla y sobarla con voz de bebé chillón, mira a los lados en búsqueda de un abuelo y se tira a llorar. Para mí, eso es una mentira ya que trata de manipula la realidad (no se pegó) para que la carguen y la mimen (la muérgana se soba y se señala donde supuestamente se pegó), También se me ocurre, que llora no por el hecho de que quiera llamar la atención de sus abuelos para que la consientan, sino que se asustó porque creía que se iba a caer y busca consuelo. En este caso, probablemente, no esté mintiendo sino que busca consuelo al miedo que siente. ¿Manipulación o consuelo? quién sabe… de igual forma sus abuelos corren al rescate.

¿Qué hacer para que el niño no aprenda a mentir o deje de hacerlo?

Una lista de lo correcto e incorrecto a la hora de corregir:

  • Castigarlos adecuadamente. No es justo darles una paliza por pequeñas cosas (ni grandes, las palizas no están bien). Lo único que hará es que te tenga miedo y por ende te mentirá para que no le vuelvas a pegar o castigar de la misma forma.
  • No reírse cuando lo hace. Sí, a veces lo que dice o hace es muy gracioso pero hay que aguantar las ganas o salir del lugar para reírse y luego volver bien serio para explicarle que no está bien lo que hace.
  • Felicitarlos cuando dicen la verdad. Muéstrale respeto y manifiéstale al niño que decir la verdad es de valientes.
  • Reaccionar con serenidad y seriedad. Por muy loca que te vuelva o que la vergüenza te invada, explícale que no está bien y si es posible habla con el niño al respecto luego en privado.
  • Darle la oportunidad de explicar qué pasó y por qué mintió (si lo llegas a descubrir). A veces no sabemos que ocurrió y queremos saber el mínimo detalle. Enfócate en la raíz de la mentira y parte desde allí.
  • No decir mentiras (al menos delante de ellos y si es necesario hacerlo, explicarles por qué). A veces es difícil, pero podemos evadir las verdades. Sabemos que los niños se distraen fácilmente con buenos trucos o darle respuestas ambiguas también caen bien. Si les decimos mentiras, no nos podemos quejar que también lo hagan.
  • No exigirles más de lo que pueden dar. Esas criaturitas no nos quieren defraudar y si se la ponemos difícil estarán tentados en mentir para no quedar mal.

Mi conclusión

Si le enseñamos a un niño que nunca debe mentir y lo regañamos cuando le dice a su tía que su pasticho le quedó espantoso, es contraproducente. Las mentiras y la moral son cosas que van algo estrechas de la mano y para nosotros los padres, es un arte que debemos probar en un juego de ensayo y error en la enseñanza de los hijos. Con respecto a lo que pasó con mi madre solo lo tomo como muestra de que mi niña está comenzando a comunicarse efectivamente y está entendiendo sus palabras en español. Porque algo si estaba claro, la que contextualmente estaba mintiendo era mi mamá, Clo solo señalaba las palabras que entendía: pao-pao, orejas, nariz, tío Chivo y boca.

¿Y a ti? ¿Te has preguntado lo mismo? ¿Tu bebé te ha mentido? Me encantaría saber otras experiencias 🙂

Deja un comentario